Fortalecer la inmunidad para evitar infecciones, enfermedades y otros problemas de salud es una de las tareas más importantes en el mundo actual. Si no se aprende como prevenir las infecciones para minimizar los riesgos, incluso un sistema inmunitario muy fuerte podría no hacer frente a todas las amenazas. Por eso hemos preparado una guía de hábitos que pueden ayudar a cuidarte y mantenerte saludable.
Tu principal enemigo es la rutina. Esto es así: todos realizamos una cantidad inmensa de tareas sin siquiera pensar en ellas. El poder que reside en aprender hábitos adecuados y descartar los no adecuados es inmenso. ¿Cuál de los dos te puede ayudar a no ir al médico? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
Higiene personal
Mantener una buena higiene personal es el factor más importante para saber cómo prevenir las infecciones y enfermedades. Por eso es tan importante crear el hábito de lavarte las manos siempre que sea posible, sobre todo en el trabajo o después de usar el transporte público. Tocar los pomos de las puertas, las barandillas, estrechar la mano... todas estas situaciones ya implican bastante riesgo por sí solas, pero, si no te lavas las manos para minimizar el riesgo de infección, estás jugando con fuego. Evitar las infecciones y seguir unos hábitos sanitarios adecuados depende de pequeños detalles. Como, por ejemplo, ¡cortarte las uñas! No te imaginas qué cosas más desagradables se pueden acumular debajo de las uñas si se dejan sin cortar. No dejes que algo tan trivial ponga en peligro tu sistema inmunitario y córtate las uñas cuando sea necesario.
Higiene alimentaria
La higiene alimentaria es tan importante como la higiene personal en el momento de saber cómo prevenir las infecciones. Tal vez te suene esta situación: cientos de personas en las tiendas a diario, caminando, mirando y tocando los productos que luego compras tú. ¿Te parece desagradable? Pues lo es, y nunca hay que olvidarse de ponerle solución cuando vuelvas de la tienda. Como los alimentos pueden transportar gérmenes, es necesario lavarse las manos y limpiar las superficies de la cocina después de prepararlos. Lava todos los productos agrícolas al volver a casa, sobre todo las frutas y verduras. Recuerda que debes cocinar la carne a la temperatura adecuada y no dejar la comida al sol, ¡la refrigeración es imprescindible! Si decides comer en restaurantes o comprar comida para llevar, evita los lugares que no parezcan higiénicos y elige solo establecimientos de confianza.
Además de mantener una buena higiene alimentaria, cuidar nuestra dieta e incorporar todos los alimentos que nuestro cuerpo necesita puede ayudar mejorar el sistema inmune frente a situaciones de falta de higiene que quizá no podamos controlar.
Las vacunas previenen las infecciones
Al final de nuestra infancia, la mayoría de nosotros hemos sido vacunados contra una serie de enfermedades. Lo más importante, sin embargo, es que hay vacunas adicionales además de las obligatorias. Las vacunas contra la gripe, por ejemplo, son opcionales, pero se deben poner regularmente1 a medida que los virus cambian y evolucionan. Revisa tu cartilla de vacunación para saber cuáles te has puesto, y cuáles puedes decidir ponerte.
No ayudes a que las infecciones prosperen
Hay dos errores muy comunes que la gente comete cuando está enferma: dejan de medicarse en cuanto se sienten mejor o salen de casa. Ambos comportamientos son imprudentes. Siempre debes terminar la medicación recetada y también quedarte en casa hasta que estés al 100%, aunque ya no te sientas mal así es como se previenen las infecciones duraderas y se permite al organismo aumentar sus defensas. Se recomienda siempre mantener la distancia social hasta que estés seguro de que estás completamente curado. Esto es tanto por el bien de las personas que te rodean como por tu propia salud. Hasta que no te hayas recuperado del todo, es posible que tengas virus latentes dentro, así que no les des la oportunidad de recuperar la fuerza y no pongas a otras personas en riesgo de infección.
Seguir estos 4 simples hábitos te asegura ser mucho menos propenso a contraer infecciones y ahorrará mucho estrés a tu sistema inmune.
Referencias bibliográficas:
- The annual flu shot: is it necessary? C Case-Lo, revisado por D Westphalen https://www.healthline.com/health/cold-flu/flu-shot#how-does-it-work
Otras fuentes:
https://www.sfcdcp.org/communicable-disease/healthy-habits/
https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/how-to-prevent-infections
https://www.ccohs.ca/oshanswers/diseases/good_hygiene.html
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Tu cuerpo está equipado con defensas naturales y tu sistema inmunitario tiene muchas maneras de lidiar con las amenazas de las bacterias y los virus. El sistema inmunitario está compuesto principalmente por tres mecanismos de defensa principales: barreras físicas (piel y mucosas), barreras celulares (glóbulos blancos) y anticuerpos. Los nutrientes como las vitaminas y los minerales son esenciales para la salud y el funcionamiento de esta compleja red.
En nuestro acelerado mundo, en el que consumimos demasiada comida rápida y precocinada, puede ser un reto consumir cantidades adecuadas de frutas y verduras que aporten todas las vitaminas y minerales que necesitamos para contribuir plenamente las funciones de nuestro cuerpo. Una ingesta inadecuada de vitaminas y minerales puede afectar al sistema inmunitario y a la salud en general. Ahí es donde entra en juego los complementos multivitamínicos Redoxon®. Nuestra gama de complementos alimenticios de vitamina C está diseñada para ayudar a tu sistema inmunitario.